Una primera aproximación a la sentencia del Juez Wilk que no se parece a lo que sueles leer.

PRIMERA APROXIMACIÓN A LA SENTENCIA DEL PROCEDIMIENTO DE CUSTODIA DEL JUEZ WILK Y APELACION.

La sentencia del procedimiento de custodia del Juez Wilk, en la que decidía sobre la demanda presentada por Woody Allen contra Mia Farrow para obtener la custodia de Moses, Satchel y Dylan, es uno de los documentos que se citan de forma recurrente al comentar la cuestión de las alegaciones de abusos de Dylan Farrow. En esta primera aproximación intentaremos despejar algunas dudas y corregir algunos errores.

Lo primero que es necesario saber es que nos encontramos en un procedimiento de custodia de menores en el que uno de los progenitores, Mia Farrow, viene ostentando de forma ininterrumpida y consensuada la custodia de los niños desde su nacimiento o adopción. Allen y Farrow nunca compartieron vivienda, nunca vivieron juntos y los niños siempre estuvieron con su madre. Por lo tanto, no es el caso de una pareja normal en la cual los dos viven juntos y ostentan conjuntamente la custodia hasta el día de la separación; es un caso extraordinario en el que   solo uno de los padres ha tenido la custodia de los menores mientras que el otro progenitor no la ha tenido nunca. Es fundamental entender este punto, porque la atribución de la custodia se realiza siempre de forma preferente al progenitor que ya la ha ostentado de forma pacífica. Por lo tanto, la demanda de Allen tenía unas posibilidades muy escasas –o nulas- de prosperar en condiciones normales y solamente podría haber prosperado si se hubieran podido demostrar que Mia Farrow estaba detrás de la acusación de abusos contra él.
Por lo tanto, la atribución de la custodia a Mia Farrow era la forma de terminación normal del procedimiento.
Vamos a ver a continuación alguno de los pronunciamientos esenciales de la Sentencia.
En cuanto a la Custodia.
CUSTODY
Section  240(1)  of  the  Domestic  Relations  Law  states that in a custody dispute, the court must "give such direction  .
.  . as  . . . justice requires, having regard to the circumstances of  the  case  and  of  the  respective  parties  and  to  the  best interests of the child."
The  case  law  of  this  state  has  made  clear  that  the governing  consideration  is  the  best  interests  of  the  child.
Eschbach  v.  Eschbach,  56  NY2d  167  (1982);  Friederwitzer  v. Friederwitzer,  55 NY2d 89  (1982). The  initial  custodial  arrangement  is  critically important.  "Priority,  not  as  an  absolute  but  as  a  weighty factor, should, in the absence of extraordinary circumstances, be accorded  to  the  first  custody  awarded  in  litigation  or  by voluntary agreement."  Nehra v. Uhlar, 43 NY2d 242, 251  (1977).
"[W]hen children have been living with one parent for a long period  of time  and  the parties have previously  agreed  that custody  shall  remain  in  that  parent,  their  agreement  should prevail and custody should be continued unless it is demonstrated that the custodial parent is unfit or perhaps less fit  (citations omitted)."  Martin v. Martin, 74 AD2d 419, 426  (4th Dept 1980).
After  considering  Ms.  Farrow's  position  as  the  sole caretaker of the children, the satisfactory  fashion  in which she has  fulfilled  that  function,  the  parties'  pre-litigation acceptance  that  she  continue  in  that  capacity,  and  Mr.  Allen's serious  parental  inadequacies,  it  is  clear  that  the  best interests  of  the  children  will  be  served  by  their  continued custody with Ms. Farrow.

La atribución de la custodia a Mia Farrow no guarda ninguna relación con las alegaciones de abusos. La aplicación de los criterios generales de custodia hace totalmente innecesario para el juez entrar en consideraciones suplementarias, y no lo hace. No se priva a Woody Allen de la custodia por considerar probadas, o probables, las alegaciones de abusos sexuales.

En cuanto a la existencia o no de pruebas sobre los abusos sexuales a Dylan Farrow por parte de Woody Allen.

El juez Wilk concluye al respecto:
Mr. Allen's relationship with Dylan remains unresolved. The  evidence  suggests  that  it  is  unlikely  that  he  could  be successfully  prosecuted  for  sexual  abuse.  I  am  less  certain, however,  than  is  the  Yale-New  Haven  teamthat  the  evidence proves conclusively that there was no sexual abuse.

Es decir, las pruebas indican que no sería posible procesarle penalmente con posibilidades de éxito y el juez no está seguro de que la evidencia pruebe conclusivamente que no se produjeran abusos.
El juez no duda si la evidencia llega a probar que se produjeran los abusos, lo que duda es que pruebe de forma completa y terminante (conclusevely) que los abusos no se produjeron. Eso significa que las pruebas apuntan de una forma fuerte  a que los abusos no se produjeron, pero el juez entiende que no es posible probarlo de forma que no pueda existir ninguna duda al respecto.
Esta conclusión, claramente expuesta en la sentencia, es a menudo pasada por alto y sustituida por la conclusión a la que llega el juez Wilk respecto a la posibilidad de que Mia Farrow fabricase las alegaciones de Dylan. Recordemos lo que señala la sentencia:
There  is  no  credible  evidence  to  support  Mr.  Allen's contention that Ms. Farrow coached Dylan or that Ms. Farrow acted upon a desire  for revenge against him  for seducing Soon-Yi.  Mr. Allen's resort to the stereotypical "woman scorned" defense is an  injudicious  attempt  to divert  attention  from his  failure to  act as a responsible parent and adult.
No entraremos en este momento a analizar si está afirmación está justificada a la luz de lo que sabemos, sino que nos limitaremos a señalar la falacia a la que nos intenta llevar (con todo éxito en una gran parte de los casos) el hecho de repetirla constantemente fuera de contexto. La falacia es la siguiente: si el juez considera que Mia Farrow no dirigió a Dylan, entonces es que las declaraciones de Dylan son ciertas y se produjeron los abusos.
Este razonamiento es incorrecto y conduce a una conclusión gravemente incorrecta. El primer error se encuentra en el mismo punto de partida: no es cierto que existieran únicamente dos explicaciones posibles de la conducta de Dylan, existían tres:
In developing our opinion, we considered three hypotheses to explain DyIan's staternents. First, that Dylan'-s statements were true and that hit, Allen had sexually abused her; second, that Dylan´s statements were not true but were made up by an emotionally vulnerable child who was caught up in a disturbed family and who was responding to the stresses in the family; and third, that Dylan was coached or inuenced by her mother, Ms. Farrow.

                        El Segundo error es que se presenta esta conclusión omitiendo por completo el pronunciamiento de Wilk sobre los abusos. Así, se quiere transmitir la impresión de que el juez descarta por completo el coaching de Mia Farrow y, por lo tanto, considera prácticamente seguro que se produjeran abusos, cuando lo cierto es que el juez ha dicho que las pruebas apuntan a que no existieron abusos (aunque no lo prueben de forma definitiva) y que el descarta el coaching. La interpretación conjunta de estas dos afirmaciones implica que el juez considera que existe una alta posibilidad de que la causa de las declaraciones de Dylan fuese an emotionally vulnerable child who was caught up in a disturbed family and who was responding to the stresses in the family.
En cualquiera de los casos Wilk ya ha descrito con claridad sus conclusiones respecto a la existencia de los abusos (no está totalmente seguro de que las evidencias prueben de forma concluyente que no se produjeron) y no es posible intentar cambiar esa clara conclusión con una interpretación respecto a lo que el juez dice sobre otra cosa –el coaching de Mia Farrow- In Claris non fit interpretatio.



El Informe de Yale New y Haven los testimonios de las Doctoras Coates y Schultz

De nuevo, no entraremos a analizar en este momento en profundidad la postura de Wilk respecto al informe de Yale New Haven. Es sobradamente conocida y ha sido ampliamente divulgada. Lo que es menos conocido es que el tribunal de apelación a través de resolución de 12 de mayo de 1.994 corrigió en ese aspecto concreto la sentencia del Juez Wilk y señaló expresamente que sus hallazgos debían tomarse en consideración:
Unlike the court at IAS, we do not consider the conclusions reached by Doctors Coates and Schultz and by the Yale-New Haven team, to be totally unpersuasive. While the tendency of Dylan to withdraw into a fantasy and the inconsistencies in her account of the events of August 4, 1992, noted particularly by the Yale-New Haven team, must be taken into account in the evaluation of these serious allegations (…)
Esta es la valoración judicial final del informe de Yale New Haven y de las Doctoras, realizada por el tribunal superior al juez Wilk, Appellate Division of the Supreme Court of the State of New York, First Department.Se reconoce y valora el Informe de Yale New Haven, especialmente en lo que hace referencia a la inconsistencia en las declaraciones de Dylan. La inconsistencia en la narración de Dylan está expresamente reconocida en la sentencia de apelación.

La conducta inapropiada de Woody Allen  con Dylan Farrow

De nuevo sin entrar a comentar en este momento la cuestión en detalle, hay una cuestión esencial relativa a las denominadas conductas inapropiadas de Allen con Dylan: que no tenían ningún componente sexual. Así lo admite y reconoce el juez Wilk a través del testimonio de la Dra. Coates
What follows are my findings of fact.  Where statements or observations  are attributed  to witnesses,  they are adopted by me as findings of fact.
(…)
I  understood  why  she  was worried,  because  it [Mr.  Allen's  relationship  with  Dylan]  was intense,  . . I  did  not  see  it  as sexual,  but  I  saw  it  as  inappropriately intense  because  it  excluded  everybody  else, and  it placed  a demand  on a child  for a kind of  acknowledgment  that  I  felt  should  not  be placed on a child  . . .

La relación de Allen con Dylan, intensa o inapropiada, no tenía componente sexual.




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