Una mirada mas profunda al testimonio de las tres niñeras.


Uno de los argumentos fundamentales que esgrimen quienes defienden que la narración de supuestos abusos realizada por Dylan Farrow debe ser creída fue enunciada por primera vez por Vanity Fair, y ha sido empleada por la propia Dylan Farrow de forma reciente. Vamos a examinarla en cierto detalle partiendo de su formulación original:


Dylan’s claim of abuse was consistent with the testimony of three adults who were present that day. On the day of the alleged assault, a babysitter of a friend told police and gave sworn testimony that Allen and Dylan went missing for 15 or 20 minutes, while she was at the house. Another babysitter told police and also swore in court that on that same day, she saw Allen with his head on Dylan’s lap facing her body, while Dylan sat on a couch “staring vacantly in the direction of a television set.” A French tutor for the family told police and testified that that day she found Dylan was not wearing underpants under her sundress. The first babysitter also testified she did not tell Farrow that Allen and Dylan had gone missing until after Dylan made her statements. These sworn accounts contradict Moses Farrow’s recollection of that day in People magazine


Como veremos, las alegaciones de abuso no son más coincidentes con el testimonio de los testigos que la versión de los hechos proporcionado por Allen y se pasan por alto cuestiones de consistencia de las propias declaraciones que deben ser tomadas en cuenta. Por último, varias de las afirmaciones carecen de toda utilidad para valorar los hechos pero son presentadas –falsamente- como si corroboraran los presuntos abusos. Vamos examinar lo que sabemos de los tres testimonios.
1/En cuanto al testimonio de la niñera Kristi Groteke.
Lo primero que es necesario precisar es que el testimonio de Woody Allen es igualmente consistente con el de las personas adultas que se encontraban en la casa. No se trata de que el testimonio de las niñeras corrobore una versión y contradiga la otra. Ningún testimonio sitúa a Allen con Dylan a solas durante la supuesta desaparición, ni nadie les vio subiendo al piso de arriba de la casa de campo, ni nadie les vio bajando. De hecho, aún más asombroso, durante el día 4 de agosto nadie se dio cuenta de que Allen y Dylan habían estado “desaparecidos” por esos diez, quince o veinte minutos.
La niñera (Kristi Groteke) había comentado con una compañera (Mónica Thompson) que no había perdido de vista a Dylan durante toda la tarde.(i) Así lo declaró la compañera y así lo reconoció la propia niñera en su libro de recuerdos de aquellos tiempos que escribió tras el juicio.(ii) ¿Cómo se llegó entonces a la conclusión de que Allen y Dylan habían estado “desaparecidos” durante 15 o 20 minutos? Pues a través de una reconstrucción de todo lo que habían hecho ese día que las tres niñeras realizaron varios días después de los hechos. Al parecer, al juntarse para repasar lo que había pasado en el día Kristi Groteke se dio cuenta que hubo un momento en el que ella buscó a Dylan dentro de la casa y al no encontrarla pensó que estaría fuera con las otras dos niñeras. No lo comprobó en ese momento, pero al repasar los acontecimientos entre las tres decidieron que en ese momento Dylan no estaba fuera de la casa y que entre el momento en el que vieron a Dylan por última vez y el momento en el que la encontraron fuera de la casa podían haber pasado unos quince o veinte minutos. Por lo tanto, tenemos dos grupos de niñeras (uno compuesto por una única niñera, Kristi Groteke, y el otro compuesto por dos niñeras) que están separados y no se comunican durante todo el periodo de la supuesta desaparición. Un dato interesante de lo que sabemos es que en ningún momento se señala que Dylan estuviera desaparecida “entre las 17 horas y las 17:30”, por poner un ejemplo. ¿Por qué es interesante? Por qué indica que al reconstruir la tarde las niñeras no fueron capaces de indicar qué hora marcaba ninguno de sus relojes en el momento de la supuesta desaparición. Pensemos en ello: dos grupos de personas separados, que no se comunican y que cada uno de ellos piensa que Dylan y Allen están con el otro ¿Cómo pueden llegar a la conclusión de que eso no era así si el grupo “A” no sabe a qué hora vio por última vez a Dylan o Allen ni a qué hora estuvo buscando a Dylan sin encontrarla y el grupo “B” no sabe a qué hora llegaron para estar con ellos ni una ni otro?. Es más, el grupo “B” no sabe a qué hora la niñera del grupo “A” pensó que Dylan estaba con ellos. ¿Cómo es posible saber que Dylan y Allen estuvieron 15 o 20 minutos ilocalizados? En realidad, no es posible. Si el grupo “B” no sabe a qué hora se incorporó Dylan, ni si lo hizo al mismo tiempo que Allen, es imposible que sepa si a esa hora Kristi Groteke les estaba buscando. La única posibilidad de llegar a esa conclusión sería que los dos grupos tuvieran relojes, que los dos los hubieran consultado y, por lo tanto, que nos pudieran decir a qué hora –o entre qué horas- se produjo la “desaparición”. Pero no es el caso. Por lo tanto, las niñeras tuvieron que emplear para reconstruir la tarde su propia medida subjetiva del tiempo desde un acontecimiento común (quizá la propia separación de las niñeras, que sería el último acontecimiento común); siendo además dos medidas separadas: por una parte la medida subjetiva del tiempo de Kristi Groteke, sola en el interior de la casa (qué demonios hace la niñera sola en el interior de la casa cuando le han dado instrucciones expresa de cuidar a Dylan es otra cuestión de cierto interés) y, por otra parte, la medida subjetiva de las otras dos niñeras que están en el exterior y atendiendo a cuatro niños. Supongo que resulta evidente que esta forma de reconstruir los pasos dados el día 4 es enormemente limitada y sujeta a un margen de error enorme –si es que tiene alguna utilidad, lo que es bastante dudoso-, y que se ve fácilmente afectada por la expectativa de las personas que realizan la reconstrucción. Si lo que buscan es un periodo de tiempo en el ninguno de los grupos vio a Dylan o Allen, lo encontraran.
Por otro lado, no existen testimonios concordantes, lo que existe es una reconstrucción en base a testimonios separados. Si la niñera A dice “yo creo que vi por última vez a Allen una media hora después de X, luego los busqué y no estaban” y la niñera B, “pues yo creo que vi por primera a Dylan unos 50 minutos después de X”, no existe concordancia entre los que manifiestan una y otra. Lo que dice la niñera B no confirma que la niñera A viese a Dylan en realidad 45 minutos después de X, ni lo que dice la niñera A confirma que la B no viese a Dylan en realidad solo 30 minutos después de X.
Finalmente, la narración de Dylan de los supuestos abusos no es plenamente compatible con la declaración de la niñera Kristi Groteke. Según nos dice la sentencia, la niñera buscó a Dylan por toda la casa antes de asumir que estaba fuera con la otra niñera. ¿Por qué Dylan no se enteró de esta búsqueda? Vamos a asumir que sea razonable que la niñera no entre a buscar al pequeño ático, pero sin duda estuvo buscando en la habitación principal y si buscó y llamó a Dylan ¿Por qué Dylan no le oyó? Es más, nada en la narración de Dylan permite pensar que Allen oyese a alguien buscando y pidiese silencio a la niña, o parase el tren para no hacer ruido
Las vivencias de la Kristi Groteke durante esos días resultan interesantes en muchos sentidos; uno de ellos es que Mia nunca le reprochó ni le preguntó cómo era posible que Woody Allen hubiera estado a solas con la niña a pesar de sus recientes instrucciones expresas en contra. No le preguntó si era posible que hubiera sucedido: le dijo que había sucedido y, tras ello y varios días después de los hechos, la niñera se reunió con las otras dos personas que estuvieron en la casa y “reconstruyendo la tarde” llegaron a la conclusión de que hubo entre 15 y 20 minutos en los que ninguna de ellas estuvo con Dylan ni con Allen.(iii) Como ya hemos dicho, antes de verse en la necesidad de “reconstruir” la tarde porque su jefa había denunciado unos abusos sexuales, la niñera había comentado a una compañera que no había perdido de vista a Dylan. Ninguno de los testimonios indica que Allen y Dylan estuvieran juntos durante ese tiempo, ni que se les encontrara juntos ni en el mismo momento. 


La propia Kristi Groteke dejó escrito al respecto en su libro:


to tell the truth, in my heart I hadn't the foggiest notion of whether or not that molestation ever took place.

Por cierto, ninguno de estos testimonios contradice el testimonio de Moses Farrow en People, ya que nadie preguntó a los niños para reconstruir la cronología del día y la parte esencial de la declaración de Moses es mucho mas sencilla: no había en aquel ático ningún tren así que es imposible que Dylan recuerde como el tren daba vueltas mientras abusaban de ella. Hasta hoy, nadie ha dado respuesta a esta afirmación de Moses. Por otro lado, no debe olvidarse que Mónica Thompson ya declaró en 1.993 que Moses le había dicho que creía que Mia Farrow era la responsable de las acusaciones de Dylan.(iv)

Kristi Groteke no solo no fue ni despedida ni reprendida por Mia Farrow por dejar a Dylan sin vigilancia a pesar de sus órdenes expresas, sino que se convirtió en su persona de máxima confianza en el cuidado de los niños durante el año siguiente y Mia Farrow le entregó documentación y material para que escribiera un libro.

2/ En cuanto al testimonio de la tutora de francés que indica que Dylan estaba sin ropa interior.
Se presenta este testimonio como si corroborase o fuera “consistente” con la existencia de alguna clase de abuso sexual, sin embargo esto es totalmente falso. La narración de Dylan nunca ha incluido una parte en la que Allen le quite la ropa interior. Según nos ciuenta Kristi Groteke, Dylan nunca explicó qué pasó con la ropa interior.  No hay ninguna mención a ella en relación con el supuesto episodio de abuso ni en la cinta que graba Mia Farrow, ni en las sesiones de Yale New Haven, ni en las sesiones con la policía, ni en ninguna de las modernas versiones de la historia que ha proporcionado Dylan. Evidentemente, si la ausencia de la ropa interior no tiene nada que ver con los supuestos abusos según la propia narrativa de Dylan, entonces la ausencia de la ropa interior no puede utilizarse para pretender “validar” que los abusos existieron. La ausencia de ropa interior –y el testimonio al respecto de la profesora de francés- es simplemente irrelevante y ni confirma ni convalida nada.
De hecho, la ausencia de ropa interior lo que puede indicar es que Dylan se “escabulló” para librarse ella sin que ninguno de los adultos se diese cuenta. Quizá se la había manchado y le daba vergüenza, o quizá pensaba que su madre iba a reñirle si se la veía sucia. El caso es que parece que Dylan pudo librarse de ella sin que ninguna de sus cuidadoras (ni nadie) se diera cuenta. Durante unos minutos desapareció para hacer lo que quiera que hizo para librarse de las braguitas de tal forma que nunca se volvieron a encontrar. ¿En qué momento se vería Dylan libre para ir dónde quisiera y eludir la vigilancia de todos los mayores? Parece que el momento ideal sería cuando Allen acudió él mismo al w.c. De esta forma, es perfectamente posible que los dos “desaparecieran” durante unos minutos pero no estuvieran juntos. El cualquiera de los casos, varios de los minutos durante los que dos días después se concluyó que Dylan no pudo ser localizada, tuvo que dedicarlo a lo-que-quiera-que-hiciese con la ropa interior. 
3/ En cuanto al testimonio de la niñera que dice haber visto a Allen con la cabeza apoyada en el regazo de Dylan.
Una vez más, la forma de presentar los hechos índice al lector a pensar que existe alguna relación entre el episodio del cuarto del televisor (la cabeza apoyada en el regazo) y el supuesto episodio de abusos, cuando no es cierto. Por una parte, la sentencia considera probado el episodio del cuarto del televisor y no considera que se tratase de ninguna clase de abuso; por otra, debe resultar evidente que si se hubiera podido considerar como abuso la niñera habría dado de forma inmediata la voz de alarma (Mia Farrow nos cuenta en sus memorias que esta niñera también estaba claramente instruida en no dejar nunca a Allen a solas con los niños). Finalmente y aún más importante, la sentencia señala claramente que no existe relación, ni tan siquiera de continuidad temporal, entre el episodio del cuarto del televisor y los supuestos abusos. Efectivamente, el juez Wilk señala con claridad que “en otro momento del día”, lo que significa que sea lo que fuera lo que pasó en el cuarto del televisor no fue ninguna clase de abuso sexual, ni derivó en ninguna clase de abuso sexual. Con lo que sabemos, cabe suponer que la niñera (que sabía que no había que dejar a los niños a solas con Allen) avisaría a sus compañeras, que acudirían a la sala y saldrían de allí todos juntos.
En cualquiera de los casos, no existe ni “consistencia” ni confirmación –ni, de hecho, ninguna relación- entre este testimonio y el supuesto episodio de abusos.


Thompson said that the next day Kristie Groteke, Dylan's baby-sitter, drove her to the bus, and her fellow employee was "very upset."
"She told me that she felt guilty allowing Ms. Farrow to say those things about Mr. Allen. (Groteke) said
the day Mr. Allen spent with the kids, she did not have Dylan out of her sight for longer than five
minutes. She did not remember Dylan being without her underwear."
[ii] Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 126.
The alleged molestation. Monica said, had occurred two days earlier, on Tuesday, August 4. 1992. However, Monica knew only the sketchiest details of what had supposedly transpired. .Although she had been working for Mia for seven years, they weren't close at all. and so I played dumb and agreed with her. Yes, I said, Mia must have been stretching the truth. And no. I didn't remember leaving Dylan alone with Woody.
[iii] Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 129.
The truth is, when we retraced our steps that day, there were only fifteen to twenty minutes in which Dylan was out of my sight, Sophie's, Casey's, or Alison's. Of course, those are the suspect "twenty minutes" when, Mia alleges, the molestation must have occurred.

Thompson added that on one occasion almost immediately after the alleged incident, Moses, 14, another child Allen and Farrow adopted, indicated doubts about what, if anything, had taken place.
La Memoria de Ronan Farrow


UNA MIRADA MAS PROFUNDA AL TESTIMONIO DE LAS TRES NIÑERAS.

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