La valoración del fiscal sobre la prueba en el procedimiento de custodia y una pregunta para Fran Maco



Una de las cosas más asombrosas de todas las cuestiones relacionadas con los supuestos abusos de Woody Allen a su hija Dylan Farrow es la absoluta falta de interés de los periodistas por explorar las múltiples inconsistencias que rodean las acusaciones. Vamos a céntranos hoy en algunas de las que rodean uno de los personajes mas virulentamente contrario a Allen: Fran Maco.

Hace apenas unas semanas el periodista Nicholas Kristof publicaba su artículo Woody Allen Meets #MeToo en el que recogía una conversación que el mismo mantuvo con Fran Maco. En ella, Kristoff l preguntaba una vez más por la existencia de causa probable contra Allen en la investigación de 1.993 y Maco una vez más le dice que la había. Resulta asombroso, sino desesperanzador para cualquier persona con un mínimo sentido crítico y un poco de curiosidad, que nadie le hay preguntado nunca  Fran Maco en qué consistía exactamente esa “causa probable”. Parece que solo concede entrevistas a periodistas dispuestos preguntarle lo mismo una y otra vez; que los periodistas estén dispuestos a hacerlo (o no se les ocurra otra cosa) es un triste signo de los tiempos. En todo caso, la cuestión es que hay una cuestión aún más relevante que la identificación de la causa probable, y es algo que tampoco nadie ha preguntado nunca a Maco. Permítanme volver a la declaración del 24 de Septiembre de 1.993 en la que Fran Maco decía:


My review dealt ultimately with determining the existence of proof necessary to establish a criminal case beyond a reasonable doubt. While arguably such a case may exist considering the allegations in the warrant application, I acknowledge that the nature of the evidence (as mentioned earlier within this decision, the majority of which was considered in the New York Supreme Court] is fertile ground for defense attacks and would not have the same probative force as it did in the New York Supreme Court custody case.

La naturaleza de las pruebas es un terreno fértil para las defensas y no tendrían la misma fuerza probatoria en otro tribunal. Una prueba que es por su naturaleza un “terreno fértil para la defensa” es una prueba que no establece una relación firme entre los hechos que se pretende queden acreditados  y una prueba que, el propio fiscal anticipa, no tendría valor ante otro tribunal es una prueba que ha sido interpretada de forma sesgada en este tribunal. Es decir, el propio Fiscal nos está diciendo que después de haber revisado con detalle al procedimiento y la sentencia del Juez Wilk él llega a la conclusión de que se Wilk ha tomado en consideración pruebas que no acreditan de forma firme los hechos declarados probados y, aún más, que no tendría fuerza probatoria en otro procedimiento. Esto es que existe una duda razonable de que los hechos se desarrollasen tal y como consta en los finding of facts de la sentencia.  Esta no es la conclusión de los abogados de Woody Allen, es la conclusión del fiscal del Estado de Connecticut cuya animosidad hacia Allen no precisa mayores aclaraciones para cualquiera que conozca mínimamente el caso.
¿Pero cuáles son esas pruebas y de qué hechos en concreto estamos hablando? Es evidente por lo que hemos visto hasta ahora que, incluso para un enemigo feroz de Allen, la sentencia de Wilk asumió como hechos probados algunos que se fundamentaban unas pruebas muy poco rigurosas que no tendrían fuerza en un procedimiento criminal. Por lo tanto, se trata de:
1.- Pruebas relacionadas con los hechos declarados probados en la Sentencia de Wilk
2.- Pruebas que perjudican a Woody Allen y
3.- Pruebas relacionadas con las alegaciones de abuso (si no estuvieran relacionadas con esto último Maco no tendría que preocuparse por la valoración que pudieran hacer de ellas en el procedimiento criminal)
En principio, solo hay tres pruebas que entren en esta categoría:
1.- La grabación de video del interrogatorio de Dylan efectuada por Mia Farrow.
2.- Las declaraciones testificales según las cuales hubo entre quince y veinte minutos en los que ninguna de las niñeras estaba con Dylan ni con Allen.
3.- La declaraciones de Mia Farrow y algunos testigos cercanos relativas a los comportamientos inapropiados de Allen.
Vamos a examinar brevemente cada una de las posibilidades.
 1.- La grabación en vídeo del interrogatorio.
La grabación del interrogatorio que Mia Farrow realizó a Dylan durante un día completo antes de que esta declarase por primera vez la existencia de abusos ante el pediatra es una prueba del juicio y, sin duda, existían muchas dudas sobre su validez como prueba. En primer lugar, se trata de una grabación con múltiples interrupciones en la que es imposible saber lo que sucede antes de ponerse en marcha la cámara y después de apagarse. Por otra parte, por lo menos en uno de los fragmentos se grabó encima de una parte grabada previamente y los peritos de Allen concluyeron que existían más irregularidades (los peritos de Mia Farrow opinaron lo contrario y parece ser que la policía de Connecticut también señaló que consideraba que la cinta no había sido manipulada).
Sin embargo, aunque el juez Wilk toma en consideración la cinta lo cierto es que reconoce que la grabación de Mia Farrow pudo comprometer la investigación de abusos y además el testimonio del propio perito de Mia Farrow indicó que Mia había realizado las preguntas de una forma que podía “set a tone for a child about how to answer”. Por otro lado, Wilk señala que no está totalmente convencido de que las evidencias demuestren que los abusos no se han producido, lo que descarta una influencia significativa en el resultado del fallo. Parece razonable buscar en otro sitio.
2.- Las declaraciones testificales según las cuales hubo entre quince y veinte minutos en los que ninguna de las niñeras estaba con Dylan ni con Allen.
Como ya se ha señalado en alguna ocasión, los acontecimientos del día 4 resultan realmente complicados de entender. Dos niñeras quedan a cargo de dos niños durante dos horas con el encargo expreso de no permitir que se queden a solas con Allen, sin embargo, en ese periodo uno de los niños  y Allen desaparecen durante quince o veinte minutos ¡Y nadie se da cuenta! Dos día después y tras haber presentado la denuncia Mia Farrow, las niñeras se reúnen y una de ellas dice que en un momento estuvo buscando a Dylan por toda la casa y al no encontrarla pensó que estaría fuera con la otra niñera. Así que hay que creer que uno de los niños desaparece y la niñera no lo busca hasta encontrarlo, sino que da por supuesto que estará con la otra niñera y no se molesta en comprobarlo. Ella se queda sola durante un tiempo indeterminado, sin cuidar a nadie y cuando sale al jardín están todos fuera y nadie se percata de que haya pasado nada. Nadie sabe a qué hora pudo producirse la supuesta desaparición ni a qué hora “reaparecieron”. Nadie vio a Allen y la niña saliendo o entrando de la casa juntos, ni les vio subir o bajar las escaleras que daban acceso a las plantas superiores. Los supuestos quince o veinte minutos son una amalgama y una integración de los testimonios de las tres niñeras que descarta el testimonio de otras niñeras (Mónica Thompsosn declaró que Kristi Groteke le había confirmado el día 6 que el día 4 no pasó nada, que ella no perdió de vista a Dylan) y que debe dar por buenos comportamientos totalmente anormales. En si libro Mia & Woody, Kristi Groteke reconoce que la conversación tuvo lugar y, si bien no admite los términos exactos relatados por Mónica Thompson, sí señala que en esa conversación ella dijo a su compañera que no había perdido de vista a Dylan en toda la tarde
Por otra parte, la interpretación de estos testimonios es la que hace que exista la posibilidad –por mínima que sea- de que se produjeran abusos y –muy especialmente- es uno de los motivos fundamentales que llevan a Wilk a afirmar que Mia Farrow no se encargó de dirigir voluntariamente las manifestaciones de Dylan. Sin la concreta interpretación de Wilk de este conjunto de testimonios la conclusión habría sido que no existió oportunidad para que se produjeran abusos de ninguna clase y, por lo tanto, que los hechos denunciados nunca habían sucedido.

3.- Por último, existe la posibilidad de que Maco se refiera al propio testimonio de Mia Farrow relativo a las “conductas inapropiadas” de Allen. Al fin y al cabo, apenas unos meses atrás, en diciembre de 1.991, Mia Farrow realizó una declaración jurada sobre Woody Allen en el procedimiento de adopción de Dylan y Moses. El Juez Wilk decidió expresamente no tomarla en consideración y omitir que, o bien Mia Farrow había mentido en la declaración jurada ante el juez de adopción, o bien estaba mintiendo en el juicio de custodia. No hay más posibilidades. La mentira bajo juramento suele ser muy severamente considerada en los Estados Unidos y venal tratamiento de Wilk a la de Mia Farrow resulta cuando menos extraño.
Sin embargo, pese a la influencia del relato de Mia Farrow en el juicio de custodia, no puede olvidarse que Wilk ni tan siquiera entra a considerar la posibilidad de que esos comportamientos constituyan cualquier case de abuso sexual. Por lo tanto, no es posible que Fran Maco considere que el juez les ha dado una fuerza probatoria mayor de que la que recibirían en un juicio penal. En todo caso, les habría dado la misma: ninguna a efectos penales.
En definitiva, todo indica a que las evidencias que no tendrían la misma fuerza probatoria fuera del juzgado de Wilk a las que se refiere Fran Maco son las relativas a la existencia de un periodo durante el cual Dylan estuvo ilocalizada. Aunque no fueran estas, en todo caso se trata de evidencias significativas relativas a las alegaciones de abusos, tanto que el fiscal es consciente al revisar las actuaciones del juico de Wilk que este les ha dado una fuerza probatoria que no podrían conseguir en un procedimiento penal.

Por lo tanto, la primera pregunta que cualquier periodista interesado en conocer los hechos tendría que formular a Maco sería: ¿Cuáles son las evidencias a las que hacía usted referencia en su declaración de 24 de Septiembre de 1.993 cuando dijo que eran fértil campo para la defensa y que no tendrían (en un procedimiento penal) el mismo valor probatorio que les había dado Wilk?
Espero que alguien la haga, algún día.


Comentarios