ACTUALIZADO 08/04/2018 La verdad sobre los diez "Hechos Innegables" de Vanity Fair en relación a la alegación de abusos de Dylan Farrow contra Woody Allen.



Cada vez que busco información sobre el caso, uno de los primeros enlaces que me sale es el de  


Y cada vez que lo he visto he pensado que era asombrosa la mezcla de medias verdades y falsedades, recogidas y presentadas como verdades incuestionables que tergiversan gravemente la realidad de los hechos. Vamos a hacer un breve recorrido por cada una de ellas. No pretende ser una análisis detallado sino simplemente llamar la atención sobre la forma de tergiversar los hechos del artículo y contrastar las conclusiones que el artículo sugiere con los hechos reales.


1. Mia never went to the police about the allegation of sexual abuse. Her lawyer told her on August 5, 1992, to take the seven-year-old Dylan to a pediatrician, who was bound by law to report Dylan’s story of sexual violation to law enforcement and did so on August 6.

La verdad es que parece absurdo discutir por esta cuestión. Mia Farrow preguntó a sus abogados como tramitar la denuncia ante la policía y sus abogados le contestaron que fuera con la niña al pediatra para que él hiciera la denuncia. De hecho, Mia explicó al pediatra el objeto de la visita antes de que éste viese a Dylan y como la niña no narró abusos concertaron una nueva visita al día siguiente. El objeto de la visita era, exclusivamente, que la niña comentase al pediatra los supuestos abusos para dar curso a la denuncia. Normalmente no se comenta que entre una visita y la siguiente Mia Farrow pasó el día entero interrogando a la niña y grabando distintas fracciones de ese interrogatorio. El perito psicoterapeuta forense que Mia Farrow llevó al juicio de custodia para declarar a su favor, Dr. Herman, indicó al tribunal que consideraba:

"unfortunate"  that  Mia,  and  not  an  objective  and  trained  evaluator,  videotaped  Dylan's testimony, mainly because the way she focused on specific things could possibly "set a tone for a child about how to answer. I think it could raise anxieties of a child." In short, he said. "I don't think it helps matters, I think it complicates matters."?(1)

Solo después de estar siendo interrogada durante horas con preguntas que, según el propio experto de Mia Farrow indicaban a la niña como debía responder, Dylan Farrow realizó una primera declaración de los supuestos abusos ante el pediatra.

Aunque Mia Farrow  indicaba que Dylan se quejaba de dolor en la vagina, en ninguna de las visitas al pediatra se realizó un examen físico. La niña con dolor en la vagina está en el pediatra dos veces y no se le examina hasta cuatro días después . (2) Si no de otra cosa, este hecho es prueba evidente que el único motivo de la visita al pediatra era que gestionara la denuncia a la policía.
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(1)Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 169.

(2) Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 130-31






Allen had been in therapy for alleged inappropriate behavior toward Dylan with a child psychologist before the abuse allegation was presented to the authorities or made public*.* Mia Farrow had instructed her babysitters that Allen was never to be left alone with Dylan.


Una simple revisión de los hechos detallados en la sentencia nos permite comprobar que Allen no estuvo recibiendo terapia por comportamiento inapropiado. La Sentencia identifica en su comienzo a quienes fueron testigos principales

This  trial  began  on  March  19,  1993.  Among  the witnesses  called  by  petitioner  were  Mr.  Allen;  Ms.  Farrow;  Dr. Susan  Coates,  a  clinical  psychologist  who  treated  Satchel;  Dr. Nancy Schultz, a clinical psychologist who treated Dylan; and Dr. David  Brodzinsky,  a  clinical  psychologist  who  spoke  with  Dylan and  Moses  pursuant  to  his  assignment  in  a  related  Surrogate's Court  proceeding.  Dr.  John  Leventhal,  a  pediatrician  who  was part  of  the  three-member  Yale-New  Haven  team,  testified  by deposition.  Ms.  Farrow  called  Dr.  Stephen  Herman,  a  clinical psychiatrist, who commented on the Yale-New Haven report.

What follows are my findings of fact.  Where statements or observations  are attributed  to witnesses,  they are adopted by me as findings of fact. 

Es decir, las dos psicólogas infantiles, Dra. Coates y Dra. Schütz eran terapeutas de Satchel y Dylan respectivamente. Ninguna de ellas era terapeuta de Allen, así que Allen no estaba recibiendo terapia por su comportamiento inapropiado. Cosa distinta es que, como terapeutas de los niños, las Dras. Coates y Schütz implicaran a los padres en la terapia y comentaran con ellos cual podría ser la mejor forma de comportarse de los padres. La implicación de los dos padres en la terapia de los niños era la forma habitual de las terapeutas infantiles:


Dr. Coates continued  to treat Satchel through the fall of 1992.  Ms. Farrow expressed to Dr. Coates her unease with the doctor  seeing  Mr.  Allen  in  conjunction  with  Satchel's  therapy. On October  29, 1992,  Ms. Farrow  requested  that  Dr. Coates treat Satchel  without  the  participation  of  Mr.  Allen.  Dr.  Coates declined,  explaining  that  she  did  not  believe  that  she  could treat Satchel effectively without the  full participation  of both parents.  


Dentro de esos consejos, teniendo en cuenta el testimonio de la Dra. Coates, sin duda se trataron algunas conductas que, sin ninguna clase de componente sexual, las terapeutas consideraban podían mejorarse.  

¿Por qué sabemos que estamos hablando de conductas sin ninguna clase de componente sexual? En primer lugar, porque así lo indicó la Dra. Coates:

I  understood  why  she  was worried,  because  it [Mr.  Allen's  relationship  with  Dylan]  was intense,  . . .  I  did  not  see  it  as sexual,  but  I  saw  it  as  inappropriately intense  because  it  excluded  everybody  else, and  it placed  a demand  on a child  for a kind of  acknowledgment  that  I  felt  should  not  be placed on a child  . . .

She  testified  that  she  worked  with  Mr.  Allen  to  help  him  to understand  that  his  behavior  with  Dylan  was  inappropriate  and that  it  had  to  be  modified.  Dr.  Coates  also  recommended  that Dylan  enter  therapy  with  Dr.  Schultz,  with  whom  Dylan  began treatment  in April 1991.

Y en Segundo lugar porque el juez –nada predispuesto en favor de Allen- lo asume como un “fundamento de hecho”, como uno de los hechos que él considera probados y que fundamentan su sentencia. Cabe destacarse que la Sentencia no recoge ninguna opinión experta que considere que la conducta inapropiada de Allen con Dylan pudiera tener alguna clase de componente sexual. Ni la Dra. Coates, ni la Dra. Schultz, ni el Dr. Herman ni el Dr. Brodzinsky manifestaron que los que se denominan “comportamientos inadecuado” de Allen pudieran tener un componente sexual y la sentencia de apelación indicó expresamente que ninguno de los profesionales afirmó que la conducta de Allen tuviera una naturaleza sexual.


Mr. Allen maintains that his interest in and afection for Dylan always has been paternal in nature and never sexual. The various  psychiatric  experts  who  testified  or  otherwise  provided  reports  did  not  conclude  that  Allen's  behavior  toward  Dylan  prior  to  August  of  1992  was explicitly sexual in nature. However, the clear consensus was that his interest in Dylan was abnormally intense in that he made inordinate demands on her time and focused on her to the exclusion of Satchel and Moses even when they were present.


De hecho, aunque Mia Farrow sí aprovecho el inicio de la terapia de Dylan para comentárselos a la Dra. Coates, tampoco ella indicó que pudieran tener alguna clase de connotación sexual, o que le preocupasen por ese motivo.

Finalmente, es evidente  que en caso de existir unos problemas de inclinación sexual de un padre hacia su hija, o de un adulto hacía una niña de cuatro cinco años, no se tratarían en terapia con un psicólogo Infantil. El carácter sexualmente inocuo de los denominados “comportamientos inadecuados” de Allen resulta evidente por el simple hecho de que ser “tratados” por un psicólogo infantil.

De hecho, hasta que en enero de 1.992 la relación saltó hecha pedazos Mia Farrow nunca se comportó como una madre preocupada por las conductas sexualizadas de Allen  hacía su hija. De hecho, en sus memorias Mia Farrow identifica sin ningún lugar a dudas el momento en el que empezó a pensar que podía existir alguna clase de componente sexual en el comportamiento de Allen: cuando descubrio las relaciones de Allen con Soon -Yi -que entonces tenía 21 años-. Hasta entonces, nunca se lo había planteado.

Now  I viewed  his  behavior  with  Dylan  in  a completely  different light.  I  no  longer  believed  he  could  control  himself.  I  no  longer believed  he  was  dealing  with  his  problems  responsibly,  I  was  no longer  sure  that  his  "inappropriate"  and  "intense"  behavior  with Dylan  was  not  sexual.  At  exactly  what  point  does  it  become  child abuse? (1)



Nunca impidió ni dificultó la relación de Allen con la niña y  Mia Farrow aceptó que Allen adoptara a Dylan en diciembre de 1.991 realizando una declaración jurada de sus cualidades como buen padre. El acceso de Allen a la niña no se restringió hasta después de la ruptura. (2)

El “hecho innegable” pretende establecer  la existencia de alguna relación entre el comportamiento de Allen  y la instrucción de no dejarle a solas con la niña. No es cierto. Los supuestos comportamientos inadecuados se remontan a 1987 mientras que las instrucciones para no dejarle solo con Dylan son de Enero de 1992 (según Mia Farrow) o de Junio de 1.992 (según Kristi Groteke), cuando las discrepancias entre Allen y Farrow a raíz de la ruptura (que se había producido en enero de 1.992) y las relaciones con los niños fueron aumentando.


Hay que indicar que la relación de Allen con Dylan se desarrollaba siempre de forma pública, en las estancias comunes de la casa o las habitaciones de la propia Mia Farrow y en presencia de ella. Allen nunca bañó a la niña ni se ocupó de ninguna clase de tarea de higiene de la misma, ni la ayudaba a vestirse o desvestirse ni se hacía cargo de ninguna clase de tarea que supusiera o precisara estar a solas con la niña. Allen nunca durmió con la niña ni la niña pasó nunca una noche en casa de Allen.

Por otro lado y para terminar, es posible que toda esta cuestión sí tenga alguna relevancia, pero por un hecho que no suele ser mencionado. Si asumimos que Woody Allen decidió el día 4 de agosto de 1.992 abusar sexualmente de su hija, debemos ser conscientes que él sabía que Dylan tenía dos sesiones de terapia semanales y que una de las cosas que se trataban en esa terapia eran los comportamientos del propio Allen que podrían molestar a la niña (los denominados “comportamientos inapropiados”). En esas circunstancias solo un abusador totalmente incapaz de controlar su instinto cometería la temeridad de realizar un abuso sexual. Si hubiera algo en la biografía anterior o posterior de Allen que nos permitiera caracterizarle como es ese tipo de abusador sexual, este hecho carecería de significado. Pero no lo hay.

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(1)"Mia Farrow. A memoir. What Falls Away" pag 281


(2)"Mia Farrow. A memoir. What Falls Away" pag 283

Perhaps,  as  my  son  Moses  believes,  deep  inside  Woody  there was  an  unfathomable  and  uncontrollable  need  to  destroy  everything good  and  positive  in  his  life,  and  so  he  tried  to  destroy  our  family. For  him  to  have  sex  with  one  of  my  children,  a  child  he  had  known as  my  daughter  since  she  was  eight  years  old,  was  not  enough:  he had  to  make  me  see,  graphically,  what  he  was  doing.  What  rage  did he  feel  against  me,  against  women,  against  mothers,  against  sisters, against  daughters,  against  an  entire  family?  The  pictures  were  a grenade  he  threw  into  our  home,  and  no  one  was  unharmed.


After  January  13,  I  didn't  leave  him  alone  with  any  of  my  kids.



Allen refused to take a polygraph administered by the Connecticut state police. Instead, he took one from someone hired by his legal team. The Connecticut state police refused to accept the test as evidence. The state attorney, Frank Maco, says that Mia was never asked to take a lie-detector test during the investigation.

En esta cuestión hay dos versiones diametralmente opuestas. La primera, esta de la que se hace eco la autora del artículo. La segunda, la que divulga Allen según la cual a él nunca se le solicitó realizar la prueba del detector de mentiras porque él la pasó voluntariamente antes de tener ninguna clase de requerimiento de la policía con una especialista de prestigio nacional (Paul Minor, si no me equivoco el mismo que administró a OJ Simpson a petición de su abogado la prueba que OJ no pasó, como se vio en la miniserie de televisión). Entregó los resultados y nunca se le pidió que pasara otra. En cuanto a la prueba de Mia Farrow, dice que fueron sus abogados los que solicitaron a Mia Farrow que pasara ella también por un detector de mentiras y que ella se negó.

En las múltiples declaraciones de Fran Maco que constan recogidas por la red sí he visto que él niega en alguna ocasión haber solicitado a Mia Farrow que pasase por un detector de mentiras, aunque eso no significa que los abogados de Allen no hicieran esa petición y que Mia Farrow no se negara. Diciendo que la fiscalía no le pidió someterse a un detector de mentiras Mia Farrow no contesta a la pregunta sobre si ella se negó a pasarla a petición de alguien que no fuera la fiscalía (los abogados de Allen).


Vanity Fair da la impresión de que a Allen le pidieron una prueba, se negó e hizo otra por su cuenta. Es falso. En primer lugar, Allen pasó una prueba de polígrafo antes del 20 de agosto de 1992, y en esa fecha puso los resultados a disposición de las autoridades. En esa fecha, la policía aún no se había dirigido a él. El abogado de Allan le confirmó a Cathy Young que nunca le pidieron que se sometiera a una prueba. En los periódicos de la época, esta petición no aparece de ninguna manera para Allen; la fuente de tal información es desconocida, como Mareen Orth le ha reconocido a Cathy Young:

For instance: Orth’s 2014 listicle of “10 undeniable facts” about the abuse allegation states that “Allen refused to take a polygraph administered by the Connecticut state police.” Yet Allen’s lead attorney at the time, Elkan Abramowitz, issued an emphatic denial by email in response to my query. “The answer,” Abramowitz wrote, “is a categorical no: he was neither asked, nor did he refuse, to take a polygraph test administered by the Connecticut State Police.” When I contacted Orth to ask for the source of the information, she replied in an email that it “came from multiple sources and was fact checked (sic) by Vanity Fair.” (Allen passed a lie detector test administered by a prominent examiner hired by his own legal team, Paul Minor.)

Hay un detalle que  resulta necesario resaltar. Orth contesta a Cathy Young que la historia del polígrafo tenía “múltiples fuentes”, lo que significa que la única fuente razonable para dar credibilidad a esta historia no  confirmó estos hechos: Frank Maco.


En las poco más de tres líneas de este “hecho innegable”  Frank Maco es la única persona identificada como fuente y posiblemente es la única que podría confirmar la noticia, ya que él dirigía la investigación. Del mismo modo que Maco puede afirmar que nunca se le pidió a Mia Farrow que pasase un detector de mentiras (por parte de la policía) podría afirmar, si fuera cierto, que sí se le pidió a Woody Allen. Pero acabamos de saber que no es así. Que Frank Maco no confirmó a Orth que a Woody Allen se le pidiera pasar un detector de mentiras. Si Maco pudo confirmar una cosa pero no la otra, parece evidente que lo que no pudo confirmar es falso. La policía nunca pidió a Woody Allen que pasase un detector de mentiras

Allen subsequently lost four exhaustive court battles—a lawsuit, a disciplinary charge against the prosecutor, and two appeals—and was made to pay more than $1 million in Mia’s legal fees. Judge Elliott Wilk, the presiding judge in Allen’s custody suit against Farrow, concluded that there is “no credible evidence to support Mr. Allen’s contention that Ms. Farrow coached Dylan or that Ms. Farrow acted upon a desire for revenge against him for seducing Soon-Yi.”

Allen perdió el juicio de custodia y ganó el juicio de nulidad de adopción. También ganó la investigación abierta por el Servicio de Protección del menor de Nueva York. Es cierto que perdió la apelación del juicio por la custodia, pero sigue siendo un juicio único y Mia Farrow ni siquiera apeló el juicio de adopción anulado que perdió.


1.- El Juez Wilk también realizó otra afirmación que suele ser pasada por alto al comentar esta sentencia:

In  a  society  where  children  are too  often  betrayed  by adults  who  ignore  or  disbelieve  their  complaints  of  abuse,  Ms. Farrow's  determination  to  protect  Dylan  is  commendable.  Her decision  to videotape  Dylan's statements,  although  inadvertently compromising the sexual abuse investigation, was understandable.

Así que la grabación de Dylan que realizó Mia Farrow comprometió la investigación del posible abuso sexual. El juez lo considera comprensible, hasta encomiable, y asegura que fue algo provocado sin ninguna intención; pero ¿Cómo y porqué quedó comprometida la investigación de los supuestos abusos sexuales? El juez Wilk no da ninguna explicación, sin embargo, a través del libro de Kristi Groteke tenemos un resumen relativamente amplio de la declaración del perito designado por Mia Farrow, el Dr. Stephen Herman, y en uno de los puntos de la misma podemos leer como él consideraba:

"unfortunate"  that  Mia,  and  not  an  objective  and  trained  evaluator,  videotaped  Dylan's testimony, mainly because the way she focused on specific things could possibly "set a tone for a child about how to answer. I think it could raise anxieties of a child." In short, he said. "I don't think it helps matters, I think it complicates matters."?[i]

Es decir, que existía acuerdo entre los peritos de Woody Allen, la declaración del Dr. Leventhal del Hospital Yale New-Haven y el perito de Mia Farrow en que las preguntas  con las que Mia Farrow interrogó a Dylan indicaban a Dylan una forma concreta de responder. Este es el motivo por el que la grabación que realizó Mia Farrow comprometió la investigación de abusos.

Hasta que punto es compatible que las preguntas que hace Mia Farrow comprometan la investigación al orientar las respuestas de Dylan y, al mismo tiempo, no supongan un indicio de coaching a la declaración de la niña es una cuestión que no parece fácil de resolver. En cualquier caso, sim la investigación de  abusos  quedó comprometida, cabe preguntar ¿Por qué? ¿Por qué el hecho de hacer las preguntas de forma “sugerente” compromete la investigación? Pues porque esas preguntas y esas respuestas pueden alterar la narración del niño y fijarse en su memoria como si se tratase de hechos vividos. Por esto el Dr. Herman –no lo olvidemos, el experto pagado por Mia Farrow- indicó expresamente en el juicio que no tenía sentido volver a preguntar a la niña.

This  trial  included  the  observations  and  opinions  of more  mental  health  workers  than  is  common  to  most  custody litigation.  The  parties  apparently  agreed  with  Dr.  Herman's conclusion  that  another  battery  of  forensic  psychological evaluations would not have been in the children's best  interests and  would  have  added  little  to  the  available  information. Accordingly, none was ordered.

Hace veinticinco años todos los profesionales involucrados estuvieron de acuerdo en que no tenía sentido volver a preguntar a Dylan. Lo que la memoria de Dylan no podía aclarar hace veinticinco años, no puede aclararlo ahora.


2.- Una cosa es que el Juez considere que Mia Farrow no hizo coaching con Dylan y otra distinta que estime que Allen abusó sexualmente de ella. A este último respecto lo que indica el juez es:


Mr. Allen's relationship with Dylan remains unresolved. The  evidence  suggests  that  it  is  unlikely  that  he  could  be successfully  prosecuted  for  sexual  abuse.  I  am  less  certain, however,  than  is  the  Yale-New  Haven  team,  that  the  evidence  proves conclusively that there was no sexual abuse.

El juez considera que las evidencias indican que no hay posibilidades de iniciar contra él una acción penal (que no es posible llegar a la conclusión de que se produjera el episodio de abuso sexual alegado), pero él no está seguro de que las evidencias prueben de forma absoluta el abuso sexual no existió. Por lo menos, no está tan seguro como el equipo de Yale New Haven. Eso significa que las pruebas  apunta fuertemente al hecho de que los abusos no ocurrieron, pero el juez entiende que no es posible demostrarlo de forma absoluta de forma que no haya dudas al respecto.

          Y señala más adelante:

I agree with Dr. Herman and Dr. Brodzinsky that we will probably  never  know  what  occurred  on  August  4,  1992.

El juez acaba de decir que no está absolutamente seguro de que los abusos alegados no se produjeran y, en consecuencia, concluye que posiblemente nunca podamos saber lo que sucedió. Lo interesante de esta conclusión es que el juez nos indica expresamente que es la misma a la que ha llegado el testigo experto que declaró en favor de Mia Farrow.  Es decir, de la sentencia se deduce clara y directamente no solo que que el juez considera que no es posible probar que Allen cometiese el abuso sexual alegado  sino que ni tan siquiera el experto contratado por Mia Farrow afirmó que las pruebas permitiesen concluir que el abuso sexual se había producido.

3.- Un hecho que a menudo se pasa por alto en relación con estos procedimientos judiciales es que se trató de procedimientos civiles, en los cuales Mia Farrow alegó la existencia de abusos sexuales sobre su hija. ¿Recuerdan OJ Simpson? En un procedimiento civil en EEUU el juez se puede pronunciar sobre la existencia de un acto delictivo sin estar sometido a los principios de presunción de inocencia ni a las normas de admisión y validez de las pruebas de los procedimientos penales. Recordemos lo que propio Fran Maco decía al respecto en su declaración 24 de Septiembre de 1.993

To the extent that the evidence of the sexual abuse allegations were considered in Justice Wilk's decision of June 7,I feel that I have benefited from his observations as to the probative force of that evidence, keeping in mind the different standards of proof between a custody trial as compared to a criminal prosecution. This decision should not be viewed as condoning the activities of Mr. allen which Justice wilk termed “grosslv inappropriate", but as a recognition of the degree of proof necessary to establish those acts as "criminal". For even Justice wilk, in doubting the success of a criminal prosecution and working in the framework of an evidentiary standard less severe than proof beyond a reasonable doubt, could not definitely conclude that sexual abuse had occurred. (Note: although Justice wilk was not as certain as the Yale-clinic that abuse did not occur).
(…)

My review dealt ultimately with determining the existence of proof necessary to establish a criminal case beyond a reasonable doubt. while arguably such a case may exist considering the allegations in the warrant application, I acknowledge that the nature of the evidence (as mentioned earlier within this decision, the majority of which was considered in the New York Supreme Court] is fertile ground for defense attacks and would not have the same probative force as it did in the New York Supreme Court custody case.

Maco es consciente de que el juez Wilks ha dado validez a pruebas que serían desestimadas en un pleito penal y, aun así, y a pesar de no  tener en consideración en su valoración la presunción de inocencia, no llega a concluir que se hubieran producido abusos. Este es un hecho habitualmente pasado por alto en cualquier análisis de estas alegaciones de supuestos abusos: el juez Wilk fue mucho más duro con Allen de lo que podría haberlo sido  un juez en la jurisdicción penal y aun así no llegó nunca a afirmar que se hubieran producido abusos. Maco y el juez saben que él se mueve en un ámbito distinto al penal, que Wilk podría decidir que se habían producido abusos aun existiendo dudas razonables de que fuera así. Pero ni siquiera en ese marco más amplio (que, recordémoslo, permitió condenar a OJ Simpson a una cuantiosa responsabilidad civil) pudo el juez llegar en conciencia a dar los abusos por probados.

Es cierto que Allen perdió los procedimientos, pero no es menos cierto que en cuanto a los abusos respecta ninguna resolución señaló su culpabilidad.

Por otro lado, cada vez que se revisa las actuaciones surgidas como consecuencia de estos hechos parece olvidarse que de forma simultanea Mia Farrow solicitó la nulidad de las adopciones de Satchel y Dylan por parte de Allen y que ese pleito fue ganado por Allen. Además,  la investigación independiente realizada por los servicios de protección del menor del Estado de Nueva York concluyó que las acusaciones de abusos eran totalmente infundadas.  En lo que a los abusos se refiere, el tanteador es abrumador a favor de Woody Allen.




[i] Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 169.

In his 33-page decision, Judge Wilk found that Mr. Allen’s behavior toward Dylan was “grossly inappropriate and that measures must be taken to protect her.” The judge also recounts Farrow’s misgivings regarding Allen’s behavior toward Dylan from the time she was between two and three years old. According to the judge’s decision, Farrow told Allen, “You look at her [Dylan] in a sexual way. You fondled her . . . You don’t give her any breathing room. You look at her when she’s naked.”

Sin embargo, lo cierto es que la mención de Wilk a conductas inapropiadas no incluye conductas sexualmente abusivas, sino que, de hecho, las excluye expresamente. El abuso a niños en los Estados Unidos queda definido por diferentes regulaciones estatales y federales, aunque con algunas características comunes. Se define el abuso de niños:

Definitions of Child Abuse and Neglect

Any recent act or failure to act on the part of a parent or caretaker, which results in death, serious physical or emotional harm, sexual abuse, or exploitation, or an act or failure to act which presents an imminent risk of serious harm

The employment, use, persuasion, inducement, enticement, or coercion of any child to engage in, or assist any other person to engage in, any sexually explicit conduct or simulation of such conduct for the purpose of producing a visual depiction of such conduct; or The rape, and in cases of caretaker or interfamilial relationships, statutory rape, molestation, prostitution, or other form of sexual exploitation of children, or incest with children.

Types of Abuse

 Nearly all States, the District of Columbia, American Samoa, Guam, the Northern Mariana Islands, Puerto Rico, and the U.S. Virgin Islands provide civil definitions of child abuse and neglect in statute. States recognize the different types of abuse in their definitions, including physical abuse, neglect, sexual abuse, and emotional abuse. Some States also provide definitions in statute for parental substance abuse and/or for abandonment as child abuse

                        Aunque no se menciona habitualmente al valorar la sentencia de Wilk, Mia Farrow había incluido en su contestación a la demanda la afirmación expresa de que la relación de Allen con Dylan era en el mejor de los casos inapropiada y, en el peor, abusiva.

The respondent maintains that the petitioner has shown no genuine parental interest in, nor any regard for, the children's welfare and that any interest he has shown has been inappropriate and even harmful. Respondent cites the fact that the petitioner has commenced and maintained an intimate sexual relationship with her daughter Soon-Yi Previn, which he has refused to curtail, despite the obvious ill efects it has had on all of the children and the especially profound efect it has had on Moses. It is also contended that petitioner has at best, an inappropriately intense interest in, and at worst, an abusive relationship with, the parties' daughter Dylan. Further, the respondent maintains that petitioner's contact with the parties' biological son, Satchel, is harmful to the child in that petitioner represents an emotional threat and has on at least one occasion threatened physical harm. Respondent contends that the petitioner's only motive in commencing this proceeding was to retaliate against the allegations of child sexual abuse made against him by Ms. Farrow.

Por lo tanto, al calificar la relación con Allen como “inapropiada” Wilk no solo dice que considere la relación “inapropiada”, también dice que no la considera abusiva y en consecuencia, está excluyendo toda la gama de conductas que acabamos de ver al identificar las conductas de abuso sobre los niños. Es imposible valorar la afirmación de Wilk sin tener en cuenta las alternativas y sin bien es cierto que una de las alternativas era declarar que la relación era buena o normal, no es menos cierto que otra de las alternativas expresamente sometida a su valoración era que la relación con Dylan era abusiva. Al calificarla como “inapropiada” Wilk decide y elije, y lo hace descartando que la relación de Allen con Dylan fuera abusiva: la conducta de Allen no supone abuso y, por supuesto, no constituye abuso sexual.

                        En este mismo sentido se pronunció la Dra. Coates en su valoración, asumida por el Juez Wilk en la sentencia, al declarar que la relación de Allen con Dylan era intensa, en el sentido de excluir a otros, pero no de naturaleza sexual. Esta conclusión fue aceptada de forma general por todos los expertos.

The various psychiatric  experts  who  testified  or  otherwise  provided  reports  did  not  conclude  that  Allen's  behavior  toward  Dylan  prior  to  August  of  1992  was explicitly sexual in nature. However, the clear consensus was that his interest in Dylan was abnormally intense in that he made inordinate demands on her time and focused on her to the exclusion of Satchel and Moses even when they were present.

La conducta de Allen mostraba un interés anormalmente intenso en Dylan, pero siempre teniendo en cuenta el significado que la propia sentencia de apelación aclara de esta expresión: que pasaba con ella mucho tiempo y cuando estaba con ella no hacía caso a los restantes niños. No se trata de una relación intensa en el sentido de un contacto físico excesivo o inadecuado o desproporcionado, como se ha querido hacer ver en muchas lecturas de la sentencia. Se trata de una relación anormalmente intensa porque Allen dedica a Dylan una parte de su tiempo mucho mayor del que dedica a los otros niños y se la dedica centrando su atención en ella de forma exclusiva. A la hora de valorar esta conclusión también debe tenerse en cuenta que Allen en ningún caso pasaba con Dylan, ni con los niños, un periodo considerable de horas del día.

También debe tenerse en cuenta que Wilk llega a la conclusión de que la conducta de Allen es inapropiada en base al testimonio de Mia Farrow, la Dra. Coates, el Dr. Leventhal y el propio Woody Allen  (The credible testimony  of Ms.  Farrow, Dr.  Coates,  Dr.  Leventhal  and Mr. Allen  does,  however,  prove that Mr. Allen's  behavior toward Dylan was  grossly  inappropriate)Ya sabemos que la Sra. Coates consideraba la relación inapropiadamente intensa, pero no se naturaleza sexual y que el Dr. Levehntal consideraba probado que no se habían producido abusos sexuales. Obviamente, el propio Allen describió su relación como propia de un amor paterno, sin ninguna clase de connotación de otro tipo. Por otro lado, llama la atención que ni la terapeuta de Dylan (Dra. Schutz, ni la niñera de Dylan durante los dos años anteriores, ni ninguna de las niñeras ya que estamos, sean testigos de comportamientos inadecuados de Allen –en ninguno de los sentidos-.

En cualquiera de los casos,  el análisis  de las resoluciones del procedimiento de custodia no deja lugar a dudas: la conducta inadecuada de Allen no tenía componente sexual y la intensidad de la relación no hace referencia a contacto físico excesivo, inadecuado ni de ninguna otra clase: hace referencia a dedicar a Dylan mucha más atención que a los otros niños. Las conductas constitutivas de abuso infantil están expresamente excluidas.

Dylan’s claim of abuse was consistent with the testimony of three adults who were present that day. On the day of the alleged assault, a babysitter of a friend told police and gave sworn testimony that Allen and Dylan went missing for 15 or 20 minutes, while she was at the house. Another babysitter told police and also swore in court that on that same day, she saw Allen with his head on Dylan’s lap facing her body, while Dylan sat on a couch “staring vacantly in the direction of a television set.” A French tutor for the family told police and testified that that day she found Dylan was not wearing underpants under her sundress. The first babysitter also testified she did not tell Farrow that Allen and Dylan had gone missing until after Dylan made her statements. These sworn accounts contradict Moses Farrow’s recollection of that day in People magazine


Como veremos, las alegaciones de abuso no son más coincidentes con el testimonio de los testigos que la versión de los hechos proporcionado por Allen y se pasan por alto cuestiones de consistencia de las propias declaraciones que deben ser tomadas en cuenta. Por último, varias de las afirmaciones carecen de toda utilidad para valorar los hechos pero son presentadas –falsamente- como si corroboraran los presuntos abusos. Vamos examinar lo que sabemos de los tres testimonios.
1/En cuanto al testimonio de la niñera Kristi Groteke.
Lo primero que es necesario precisar es que el testimonio de Woody Allen es igualmente consistente con el de las personas adultas que se encontraban en la casa. No se trata de que el testimonio de las niñeras corrobore una versión y contradiga la otra. Ningún testimonio sitúa a Allen con Dylan a solas durante la supuesta desaparición, ni nadie les vio subiendo al piso de arriba de la casa de campo, ni nadie les vio bajando. De hecho, aún más asombroso, durante el día 4 de agosto nadie se dio cuenta de que Allen y Dylan habían estado “desaparecidos” por esos diez, quince o veinte minutos.
La niñera (Kristi Groteke) había comentado con una compañera (Mónica Thompson) que no había perdido de vista a Dylan durante toda la tarde.(i) Así lo declaró la compañera y así lo reconoció la propia niñera en su libro de recuerdos de aquellos tiempos que escribió tras el juicio.(ii) ¿Cómo se llegó entonces a la conclusión de que Allen y Dylan habían estado “desaparecidos” durante 15 o 20 minutos? Pues a través de una reconstrucción de todo lo que habían hecho ese día que las tres niñeras realizaron varios días después de los hechos. Al parecer, al juntarse para repasar lo que había pasado en el día Kristi Groteke se dio cuenta que hubo un momento en el que ella buscó a Dylan dentro de la casa y al no encontrarla pensó que estaría fuera con las otras dos niñeras. No lo comprobó en ese momento, pero al repasar los acontecimientos entre las tres decidieron que en ese momento Dylan no estaba fuera de la casa y que entre el momento en el que vieron a Dylan por última vez y el momento en el que la encontraron fuera de la casa podían haber pasado unos quince o veinte minutos. Por lo tanto, tenemos dos grupos de niñeras (uno compuesto por una única niñera, Kristi Groteke, y el otro compuesto por dos niñeras) que están separados y no se comunican durante todo el periodo de la supuesta desaparición. Un dato interesante de lo que sabemos es que en ningún momento se señala que Dylan estuviera desaparecida “entre las 17 horas y las 17:30”, por poner un ejemplo. ¿Por qué es interesante? Por qué indica que al reconstruir la tarde las niñeras no fueron capaces de indicar qué hora marcaba ninguno de sus relojes en el momento de la supuesta desaparición. Pensemos en ello: dos grupos de personas separados, que no se comunican y que cada uno de ellos piensa que Dylan y Allen están con el otro ¿Cómo pueden llegar a la conclusión de que eso no era así si el grupo “A” no sabe a qué hora vio por última vez a Dylan o Allen ni a qué hora estuvo buscando a Dylan sin encontrarla y el grupo “B” no sabe a qué hora llegaron para estar con ellos ni una ni otro?. Es más, el grupo “B” no sabe a qué hora la niñera del grupo “A” pensó que Dylan estaba con ellos. ¿Cómo es posible saber que Dylan y Allen estuvieron 15 o 20 minutos ilocalizados? En realidad, no es posible. Si el grupo “B” no sabe a qué hora se incorporó Dylan, ni si lo hizo al mismo tiempo que Allen, es imposible que sepa si a esa hora Kristi Groteke les estaba buscando. La única posibilidad de llegar a esa conclusión sería que los dos grupos tuvieran relojes, que los dos los hubieran consultado y, por lo tanto, que nos pudieran decir a qué hora –o entre qué horas- se produjo la “desaparición”. Pero no es el caso. Por lo tanto, las niñeras tuvieron que emplear para reconstruir la tarde su propia medida subjetiva del tiempo desde un acontecimiento común (quizá la propia separación de las niñeras, que sería el último acontecimiento común); siendo además dos medidas separadas: por una parte la medida subjetiva del tiempo de Kristi Groteke, sola en el interior de la casa (qué demonios hace la niñera sola en el interior de la casa cuando le han dado instrucciones expresa de cuidar a Dylan es otra cuestión de cierto interés) y, por otra parte, la medida subjetiva de las otras dos niñeras que están en el exterior y atendiendo a cuatro niños. Supongo que resulta evidente que esta forma de reconstruir los pasos dados el día 4 es enormemente limitada y sujeta a un margen de error enorme –si es que tiene alguna utilidad, lo que es bastante dudoso-, y que se ve fácilmente afectada por la expectativa de las personas que realizan la reconstrucción. Si lo que buscan es un periodo de tiempo en el ninguno de los grupos vio a Dylan o Allen, lo encontraran.
Por otro lado, no existen testimonios concordantes, lo que existe es una reconstrucción en base a testimonios separados. Si la niñera A dice “yo creo que vi por última vez a Allen una media hora después de X, luego los busqué y no estaban” y la niñera B, “pues yo creo que vi por primera a Dylan unos 50 minutos después de X”, no existe concordancia entre los que manifiestan una y otra. Lo que dice la niñera B no confirma que la niñera A viese a Dylan en realidad 45 minutos después de X, ni lo que dice la niñera A confirma que la B no viese a Dylan en realidad solo 30 minutos después de X.
Finalmente, la narración de Dylan de los supuestos abusos no es plenamente compatible con la declaración de la niñera Kristi Groteke. Según nos dice la sentencia, la niñera buscó a Dylan por toda la casa antes de asumir que estaba fuera con la otra niñera. ¿Por qué Dylan no se enteró de esta búsqueda? Vamos a asumir que sea razonable que la niñera no entre a buscar al pequeño ático, pero sin duda estuvo buscando en la habitación principal y si buscó y llamó a Dylan ¿Por qué Dylan no le oyó? Es más, nada en la narración de Dylan permite pensar que Allen oyese a alguien buscando y pidiese silencio a la niña, o parase el tren para no hacer ruido
Las vivencias de la Kristi Groteke durante esos días resultan interesantes en muchos sentidos; uno de ellos es que Mia nunca le reprochó ni le preguntó cómo era posible que Woody Allen hubiera estado a solas con la niña a pesar de sus recientes instrucciones expresas en contra. No le preguntó si era posible que hubiera sucedido: le dijo que había sucedido y, tras ello y varios días después de los hechos, la niñera se reunió con las otras dos personas que estuvieron en la casa y “reconstruyendo la tarde” llegaron a la conclusión de que hubo entre 15 y 20 minutos en los que ninguna de ellas estuvo con Dylan ni con Allen.(iii) Como ya hemos dicho, antes de verse en la necesidad de “reconstruir” la tarde porque su jefa había denunciado unos abusos sexuales, la niñera había comentado a una compañera que no había perdido de vista a Dylan. Ninguno de los testimonios indica que Allen y Dylan estuvieran juntos durante ese tiempo, ni que se les encontrara juntos ni en el mismo momento. 

La propia Kristi Groteke dejó escrito al respecto en su libro:

to tell the truth, in my heart I hadn't the foggiest notion of whether or not that molestation ever took place.

Por cierto, ninguno de estos testimonios contradice el testimonio de Moses Farrow en People, ya que nadie preguntó a los niños para reconstruir la cronología del día y la parte esencial de la declaración de Moses es mucho mas sencilla: no había en aquel ático ningún tren así que es imposible que Dylan recuerde como el tren daba vueltas mientras abusaban de ella. Hasta hoy, nadie ha dado respuesta a esta afirmación de Moses. Por otro lado, no debe olvidarse que Mónica Thompson ya declaró en 1.993 que Moses le había dicho que creía que Mia Farrow era la responsable de las acusaciones de Dylan.(iv)

Kristi Groteke no solo no fue ni despedida ni reprendida por Mia Farrow por dejar a Dylan sin vigilancia a pesar de sus órdenes expresas, sino que se convirtió en su persona de máxima confianza en el cuidado de los niños durante el año siguiente y Mia Farrow le entregó documentación y material para que escribiera un libro.

2/ En cuanto al testimonio de la tutora de francés que indica que Dylan estaba sin ropa interior.
Se presenta este testimonio como si corroborase o fuera “consistente” con la existencia de alguna clase de abuso sexual, sin embargo esto es totalmente falso. La narración de Dylan nunca ha incluido una parte en la que Allen le quite la ropa interior. Según nos ciuenta Kristi Groteke, Dylan nunca explicó qué pasó con la ropa interior.  No hay ninguna mención a ella en relación con el supuesto episodio de abuso ni en la cinta que graba Mia Farrow, ni en las sesiones de Yale New Haven, ni en las sesiones con la policía, ni en ninguna de las modernas versiones de la historia que ha proporcionado Dylan. Evidentemente, si la ausencia de la ropa interior no tiene nada que ver con los supuestos abusos según la propia narrativa de Dylan, entonces la ausencia de la ropa interior no puede utilizarse para pretender “validar” que los abusos existieron. La ausencia de ropa interior –y el testimonio al respecto de la profesora de francés- es simplemente irrelevante y ni confirma ni convalida nada.
De hecho, la ausencia de ropa interior lo que puede indicar es que Dylan se “escabulló” para librarse ella sin que ninguno de los adultos se diese cuenta. Quizá se la había manchado y le daba vergüenza, o quizá pensaba que su madre iba a reñirle si se la veía sucia. El caso es que parece que Dylan pudo librarse de ella sin que ninguna de sus cuidadoras (ni nadie) se diera cuenta. Durante unos minutos desapareció para hacer lo que quiera que hizo para librarse de las braguitas de tal forma que nunca se volvieron a encontrar. ¿En qué momento se vería Dylan libre para ir dónde quisiera y eludir la vigilancia de todos los mayores? Parece que el momento ideal sería cuando Allen acudió él mismo al w.c. De esta forma, es perfectamente posible que los dos “desaparecieran” durante unos minutos pero no estuvieran juntos. El cualquiera de los casos, varios de los minutos durante los que dos días después se concluyó que Dylan no pudo ser localizada, tuvo que dedicarlo a lo-que-quiera-que-hiciese con la ropa interior. 

Sin embargo, en 2.017 Dylan Farrow envío una carte al Los Angeles Times: Why has the #MeToo revolution spared Woody Allen?. Allí decía:


Three eyewitnesses substantiated my account, including a babysitter who saw Allen with his head buried in my lap after he had taken off my underwear.

En 1992 y 1993 Dylan nunca explicó que había sido de su ropa interior, por desgracia para la credibilidad de los hechos que relata, la nueva información que proporciona en 2.017 encaja de forma muy complicada con los hechos que conocemos. Sabemos que el juez Wilk descartó que se hubieran podido producir abusos en el TV Room y también sabemos por que: porque en aquella habitación había por lo menos cinco niños, posiblemente seis si tenemos en cuanta a Moses, y las niñeras podían entrar súbitamente y sin ningún aviso en cualquier momento. Los mismos motivos que descartan que se produjeran abusos sexuales en el TV Room descartan que Allen quitara la ropa interior a Dylan en aquel momento y lugar.  


La nueva información proporcionada por Dylan en 2.017 parece claramente errónea y solo arroja mas dudas sobre la autenticidad de su relato o sobre la memoria que tiene del mismo, o sobre las dos cosas. Para dejar que el lector elija cual es la consecuencia que le parece mas plausible, dejo sin variar la redacción correspondiente al análisis de los hechos en función de la narración original de Dylan .
3/ En cuanto al testimonio de la niñera que dice haber visto a Allen con la cabeza apoyada en el regazo de Dylan.
Una vez más, la forma de presentar los hechos índice al lector a pensar que existe alguna relación entre el episodio del cuarto del televisor (la cabeza apoyada en el regazo) y el supuesto episodio de abusos, cuando no es cierto. Por una parte, la sentencia considera probado el episodio del cuarto del televisor y no considera que se tratase de ninguna clase de abuso; por otra, debe resultar evidente que si se hubiera podido considerar como abuso la niñera habría dado de forma inmediata la voz de alarma (Mia Farrow nos cuenta en sus memorias que esta niñera también estaba claramente instruida en no dejar nunca a Allen a solas con los niños). Finalmente y aún más importante, la sentencia señala claramente que no existe relación, ni tan siquiera de continuidad temporal, entre el episodio del cuarto del televisor y los supuestos abusos. Efectivamente, el juez Wilk señala con claridad que “en otro momento del día”, lo que significa que sea lo que fuera lo que pasó en el cuarto del televisor no fue ninguna clase de abuso sexual, ni derivó en ninguna clase de abuso sexual. El motivo para esta conclusión parece obvio si tenemos en cuenta que en la TV Room no estaban Allen y Dylan solos, todos los niños de la casa estaban allí viendo la película "Quien engañó a Roger Rabbit". Las niñeras se habían ausentado para tomar una taza de té unos minutos, pero Dylan, Satchel, los tres hijos de Casey Pascal y quizá Moses estaban en la TV Room con Allen (v)

En cualquiera de los casos, no existe ni “consistencia” ni confirmación –ni, de hecho, ninguna relación- entre este testimonio y el supuesto episodio de abusos.


Thompson said that the next day Kristie Groteke, Dylan's baby-sitter, drove her to the bus, and her fellow employee was "very upset."
"She told me that she felt guilty allowing Ms. Farrow to say those things about Mr. Allen. (Groteke) said
the day Mr. Allen spent with the kids, she did not have Dylan out of her sight for longer than five
minutes. She did not remember Dylan being without her underwear."
[ii] Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 126.
The alleged molestation. Monica said, had occurred two days earlier, on Tuesday, August 4. 1992. However, Monica knew only the sketchiest details of what had supposedly transpired. .Although she had been working for Mia for seven years, they weren't close at all. and so I played dumb and agreed with her. Yes, I said, Mia must have been stretching the truth. And no. I didn't remember leaving Dylan alone with Woody.
[iii] Mia & Woody. Love and Betrayal. Kristi Groteke with Marjorie Rosen, Rd First Carrol  & Graf, 1994, pag 129.
The truth is, when we retraced our steps that day, there were only fifteen to twenty minutes in which Dylan was out of my sight, Sophie's, Casey's, or Alison's. Of course, those are the suspect "twenty minutes" when, Mia alleges, the molestation must have occurred.

Thompson added that on one occasion almost immediately after the alleged incident, Moses, 14, another child Allen and Farrow adopted, indicated doubts about what, if anything, had taken place.
"Moses came over to me and said that he believes that Ms. Farrow had made up the accusation that was being said by Dylan," Thompson said in an affidavit.

[v] https://www.washingtonpost.com/archive/lifestyle/1993/04/12/courtroom-notebook/51452c81-0b62-416e-96de-f704b4cade1b/?utm_term=.3cf5c5d04515

It was one of those babysitters who set all this in motion. Mia and two of her kids had gone out shopping with her friend Casey Pascal on Aug. 4, leaving Dylan and Satchel and the Pascal kids at Frog Hollow with a bevy of young caretakers. "Who Framed Roger Rabbit" was popped into the VCR while the sitters had a cup of tea in the kitchen. At some point Woody arrived to visit with his kids, toting large shopping bags from Toys R Us.

Alison Strickland, the Pascals' sitter, had gone in search of one of her charges and walked toward the video room. "I got to the doorway and Mr. Allen was on his knees in front of Dylan with his head in her lap," the young woman testified Friday. Dylan was on the couch, wearing a white dress with yellow sunflowers and "a blank expression." Talking with her employer that evening, Strickland recalled, "I told her I'd seen something at Mia's that day that was bothering me." It has been bothering people ever since.

[vi] http://www.latimes.com/opinion/op-ed/la-oe-farrow-woody-allen-me-too-20171207-story.html




The Yale-New Haven Hospital Child Sex Abuse Clinic’s finding that Dylan had not been sexually molested, cited repeatedly by Allen’s attorneys, was not accepted as reliable by Judge Wilk, or by the Connecticut state prosecutor who originally commissioned them. The state prosecutor, Frank Maco, engaged the Yale-New Haven team to determine whether Dylan would be able to perceive facts correctly and be able to repeat her story on the witness stand*.* The panel consisted of two social workers and a pediatrician, Dr. John Leventhal, who signed off on the report but who never saw Dylan or Mia Farrow. No psychologists or psychiatrists were on the panel. The social workers never testified; the hospital team only presented a sworn deposition by Dr. Leventhal, who did not examine Dylan.
All the notes from the report were destroyed. Her confidentiality was then violated, and Allen held a news conference on the steps of Yale University to announce the results of the case. The report concluded Dylan had trouble distinguishing fantasy from reality. (For example, she had told them there were “dead heads” in the attic and called sunset “the magic hour.” In fact, Mia kept wigs from her movies on styrofoam blocks in a trunk in the attic.) The doctor subsequently backed down from his contention.
The Connecticut state police, the state attorney, and Judge Wilk all had serious reservations about the report’s reliability.


Se olvidan dos hechos fundamentales: 

El primero, que el Tribunal Supremo de Nueva York señaló expresamente que sí consideraba y valoraba el informe del Hospital Yale New Haven:

Unlike the court at IAS, we do not consider the conclusions reached by Doctors Coates and Schultz and by the Yale-New Haven team, to be totally unpersuasive.

El segundo que una buena parte de los motivos alegados por Wilks hacen referencia a cuestiones formales relativas a la forma de participar en el proceso de los profesionales que realizaron el Informe. Evidentemente, la falta de colaboración de la Clínica perjudicó gravemente a Allen ¿Pero qué podía impedir que los profesionales que realizaron el informe declararan en el procedimiento civil? La respuesta parece evidente: la fiscalía y policía del Estado de Connecticut que fue la que encargó la prueba a la Clínica y que mantenía la investigación criminal en marcha, bien a través de una instrucción directa, bien por sus propios estatutos y protocolos. De lo que no hay ninguna duda es que en un procedimiento penal habrían declarado todos los profesionales que intervinieron en la elaboración del Informe y habrían explicado y detallado cualesquiera dudas sobre las declaraciones concretas de la niña, su método etc, etc…

En cuanto a las conclusiones, la sentencia recoge los puntos en los que el Informe de la Clínica ha sido criticado por el Dr. Herman y la critica admitida por el juez

Dr.  Stephen  Herman,  a  clinical  psychiatrist  who  has, extensive  familiarity  with  child  abuse  cases,  was  called  as  a witness by Ms. Farrow to comment on the Yale-New Haven report.  I share his reservations about the reliability of the report. 

Dr.  Herman  faulted  the  Yale-New  Haven  team  (1)  for making  visitation  recommendations,  without  seeing  the  parent interact -with the  child;  (2)  for  failing  to  support  adequately their  conclusion  that. Dylan  has  a  thought  disorder;  (3) .for drawing  any  conclusions  about  Satchel, whom  they never  saw;  (4) for finding  that there was no 'abuse when the supporting data was 
inconclusive; and  (5) for recommending that Ms. Farrow enter into therapy.  

Es decir, en cuanto a la existencia de los abusos la crítica a la Clínica Yale New Haven fue que, según el perito de Mia Farrow y el juez, los datos permitían afirmar que no era posible concluir que se hubieran producido abusos, pero no negar que se hubieran producido. Ni tan siquiera el perito de Mia Farrow dijo que las pruebas permitiesen afirmar que se habían producido los abusos. 

Al comentar este tema se olvida a menudo que la defensa no tuvo posibilidad de examinar a Dylan en ninguna forma, ni de designar profesionales para que lo hicieran. Todos los exámenes se produjeron por peritos designados por la acusación, o por los servicios sociales ejerciendo labores de investigación. Pese a ello, todos los profesionales que examinaron a Dylan llegaron a la conclusión unánime de que no se habían producido abusos. En todo caso, y hasta dónde sabemos ya que se trata de un Informe que permanece secreto en su mayor parte y las respuestas dadas por testigos y expertos en los interrogatorios solo son conocidas de forma muy parcial, sin embargo, respecto a los problemas de Dylan para distinguir entre fantasía y realidad no hay que olvidar que comenzó el tratamiento con la Dra. Schultz, entre otras cosas porque "vivía en su propio mundo de fantasía". La Dra. Coates declaró que Dylan se dejaba llevar por la fantasía al describir algo tan simple como una manzana. 

http://www.nytimes.com/books/97/02/23/reviews/farrow-doctor.html

The psychologist, Dr. Susan Coates, also testified that while she considered Mr. Allen's relationship with his own adopted daughter, Dylan Farrow, to be "inappropriately intense," the therapist never observed him acting in a sexual way toward her. And she reported that an evaluation of Dylan conducted in 1990 found the girl easily "would be taken over by fantasy" when asked to describe something as simple as an apple tree.

http://www.nytimes.com/1993/04/02/nyregion/psychologist-testifies-about-visitation-rights-for-allen.html

At the end of the day, a clinical psychologist who treated Dylan, Dr. Nancy Schultz, began her testimony by reporting that Mr. Allen and Ms. Farrow had taken the girl to her because of their concerns over her difficulties in communicating and the fact that she "lived in her own fantasy world."

Allen changed his story about the attic where the abuse allegedly took place. First, Allen told investigators he had never been in the attic where the alleged abuse took place. After his hair was found on a painting in the attic, he admitted that he might have stuck his head in once or twice. A top investigator concluded that his account was not credible.

Los hechos no sucedieron así y su correcto esclarecimiento resulta más relevante de lo que parece. Se le pregunta a Allen si ha subido alguna vez al lugar en el que supuestamente se realizó el abuso. Allen dijo que no, que ni tan siquiera sabía dónde estaba. Se le dijo que se habían encontrado pelos suyos y dijo que quizá se hubiera asomado a llevar una bebida o algo así a alguno de los niños. Se le dijo que para eso tenía que pasar por una especie de armario y dijo que en tal caso no había ido nunca allí, con total seguridad. Se le dijo que se habían encontrado huellas suyas en el ático y dijo que nunca había estado allí. La policía le dijo que había huellas suyas en el ático y él se mantuvo firme en que nunca había estado allí, que podían haber encontrado huellas, pero que él nunca había estado allí.

Hay varias cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de valorar este hecho. La primera, que es falso que la policía encontrase huellas de Allen en el ático y que lo que intentaba era conseguir una declaración de Allen reconociendo haber estado en el lugar del supuesto abuso. Allen mantuvo su rotunda negativa a haber estado allí. Lo que no era creíble –porque era falso- es que se hubieran encontrado allí huellas de Allen , no la declaración de Allen. La forma de presentar los hechos –tanto de la policía como de los periodistas- es claramente sesgada y falta a descaradamente a la verdad.

Los hechos puedes ser contrastados en esta narración, por lo demás totalmente sesgada en contra de Allen.

Pero las implicaciones de este episodio son aún mayores. La cuestión es que la policía registró el ático y los accesos al ático hasta el punto de identificar un pelo de Woody Allen, sin encontrar ni huellas, ni rastros de ninguna clase que permitieran ubicar a Allen en aquel lugar. Ni huellas de él, ni pisadas de sus zapatos, ni rastros de su ropa… nada. Un único pelo que, como el jefe de laboratorio declaró, no probaba nada. Debe señalarse lo extraordinariamente difícil que es que un adulto que anda arrastrándose por el suelo no deje huellas, rastros o marcas de ninguna clase. Ni se apoye  en nada al agacharse o levantarse. En todo caso, a pesar del minucioso registro realizado por la policía nunca fue posible acreditar de ninguna manera que Allen hubiera estado nunca en el ático. Lo que nos lleva a otra cuestión

¿Por qué niega Woody Allen haber subido nunca al ático? Supongamos que Allen hubiera subido al ático con Dylan y abusado de ella ¿Cuál sería la mejor declaración para su defensa? Pues negar que hubiera subido allí ese día, pero que había estado en el ático en otras ocasiones. De esa forma, cualquier rastro, objeto o lo que fuera que hubiese podido dejar el día del abuso podría atribuirlo a esa “otras ocasiones”. Sin embargo, si Allen mantiene que nunca ha estado allí, si se encuentra una prueba de lo contrario sería detenido y acusado formalmente  de forma inmediata. La declaración de Allen solo tiene sentido si la realiza un hombre inocente, o un culpable muy tonto y con unos abogados muy malos.

The state attorney, Maco, said publicly he didhave probable cause to press charges against Allen but declined, due to the fragility of the “child victim.” Maco told me that he refused to put Dylan through an exhausting trial, and without her on the stand, he could not prosecute Allen.

Maco explicó púbicamente y por escrito su posición y, como ya hemos visto, al margen de lo que pudiera pasar con Dylan él sabía y lo dijo públicamente que no tenía pruebas distintas de las que había tenido Wilk y que en un juicio penal ni tan siquiera serían válidas ni podrían interpretarse con la libertad “contra Allen” con la que las había interpretado Wilks. Simplemente, no tenía caso. 

El texto completo de la comunicación oficial de la Oficina del Fiscal del Estado añade una información fundamental para comprender mejor los hechos, fundamentalmente en los párrafos que se transcriben a continuación.

The arrest warrant application contains evidentiary information the majority of which was subject matter in the New York Supreme Court custody trial of Allen vs. Farrow. To the extent that the evidence of the sexual abuse allegations were considered in Justice Wilk's decision of June 7 1993, I feel that I have benefited from his observations as to the probative force of that evidence, keeping in mind the different standards of proof between a custody trial as compared to a criminal prosecution. This decision should not be viewed as condoning the activities of Mr. Allen which Justice Wilk termed “grossly inappropriate", but as a recognition of the degree of proof necessary to establish those acts as "criminal". For even Justice Wilk, in doubting the success of a criminal prosecution and working in the framework of an evidentiary standard less severe than proof beyond a reasonable doubt, could not definitely conclude that sexual abuse had occurred. (Note: Athough Justice Wilk was not as certain as the Yale-Clinic that abuse did not occur).
(…)
My review dealt ultimately with determining the existence of proof necessary to establish a criminal case beyond a reasonable doubt. While arguably such a case may exist considering the allegations in the warrant application, I acknowledge that the nature of the evidence (as mentioned earlier within this decision, the majority of which was considered in the New York Supreme Court] is fertile ground for defense attacks and would not have the same probative force as it did in the New York Supreme Court custody case.

Por lo tanto, sabemos que la fiscalía no tenía –en lo esencial- pruebas distintas de las que se habían analizado en el procedimiento de custodia y que en el caso de custodia el juez no llegó a concluir que hubiera abuso por lo que el fiscal es consciente de que:
·        -        Existen diferentes criterios de admisión y valoración de la prueba en un procedimiento de custodia y en un procedimiento criminal.
·        -        La primera diferencia se concreta en que en el procedimiento penal deben probase los hechos más allá de una duda razonable, sin embargo, en el procedimiento de custodia es suficiente con que el juez los estime probados, aunque pueda existir una duda razonable.
·        -        La segunda es que la prueba analizada y valorada por el juez Wilks en el procedimiento de custodia no tendría la misma fuerza probatoria en la jurisdicción criminal. Es decir, que en la jurisdicción criminal existen unos criterios de admisión y valoración de la prueba más estrictos que en la jurisdicción civil en general, y en el caso de custodia en particular.
Es decir, Fran Maco y la oficina del Fiscal del Estado están afirmando que en el caso de custodia se ha analizado y valorado prueba que carecería de validez en el juicio penal y que se ha valorado sin tener en cuenta la presunción de inocencia. Pese a ello, el juez no llegó a considerar probado que se hubieran producido los abusos. Fran Maco estima que sí, ni tan siquiera en esas circunstancias el juez llegó a considerar que se habían producido los abusos, emprender una acción criminal sería someter a la niña a los rigores de un proceso penal de resultado muy incierto.

En definitiva, no es que el fiscal renunciara a la prosecución penal de Allen por no victimizar a la niña pero pensando que tenía pruebas suficientes contra él; es que era consciente de que no las tenía.



Comentarios

  1. ¿Por qué no sale esto en ningún periódico?. En fin, buen trabajo.

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  2. Hola:

    Felicitaciones por el artículo,

    ¿Es cierto que la policía no pudo probar que Allen estuviera en el cuarto del "trenecito invisible?

    Muchas gracias

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    Respuestas
    1. Sí, efectivamente, me había saltado el párrafo.

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    2. Totalmente cierto. Por una parte, Allen negó en su declaración haber estado allí, así que de haber encontrado pruebas de lo contrario habría sido acusado sin ninguna duda. Por otra, tras una búsqueda exhaustiva solo se encontraron unas fibras de cabello, que no demostraban que él hubiera estado allí. Ni fibras de su ropa, ni huellas de sus dedos o de sus pisadas, ni tan siquiera una cantidad de fibras de pelo que sugiriera que había estado.

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